viernes, 19 de febrero de 2010

ACOJONADO

Jamás pensé lo que iba a pasar aquella noche. Mi cuerpo temblaba al recordarlo. Lloré lágrimas en vivo. Me ahogaba en mis emociones. Todo era oscuro; los caminos solitarios y espeluznantes. Yo estaba celebrando Halloween con mis amigos, bebiendo, fumando y sin parar de reír.
La noche pasaba y empezaba a anochecer; el efecto del alcohol empezaba a notarse. La gente comenzaba a irse. Me despedí de Críspula con un beso en los labios. Me fui a casa y vi algo que me sorprendió y me llamó la atención. Seguí el camino sangriento. Estaba temblando y tenía miedo. Estaba acojonado, pero la curiosidad era tan grande que seguí mi camino hasta que llegué allí. Todo estaba oscuro y terrorífico.
Al ver una sombra mi corazón latía más y más rápido. Joder, tenía miedo. La sombra se acercaba y yo me eché para atrás…
De repente…
UNA NOCHE
UN CASTILLO
UN VAMPIRO
UN CUCHILLO

Pero es de mantequilla.

Jajajajaajajajaj fue lo mejor de mi vida y sí lloré de risa y sí tenía miedo de que me embargara una sobredosis de risa.



ANDREA PASTOR BELDA
1º BACH-C

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