Esta familia no conocía la historia del inmueble, y dado que estaba muy bien y era muy barata, la compraron y se mudaron allí.
Estuvieron viviendo unos dos años en la casa sin ningún problema hasta que el niño pequeño de la familia, Edgar, comenzó a ver niños, aunque nunca se dejaban ver durante mucho tiempo. Únicamente veía como sombras que pasaban muy rápido.
El niño lo comentaba con sus padres y estos no le creían:
-Edgar, no digas tonterías. Siempre estás inventando cosas.
-Pero yo los he visto.- Protestaba él.
-¡Qué imaginación tiene nuestro hijo!
Esa misma noche, mientras el niño se lavaba los dientes vio en el espejo el reflejo del rostro de un niño de los que a él se le aparecían. El niño acercó su cara al cristal y se llevó un susto, lo que provocó que la criatura cayera para atrás y se desnucara al pegarse en la cabeza con la ducha.
Sus padres se sintieron muy mal durante más de un año. Hacían un esfuerzo por superarlo gracias a su hija pequeña de cinco años.
Un día los padres sorprendieron a la niña jugando en una habitación completamente a oscuras. Quedaron muy contrariados por ello, pero más aún cuando con el paso de los días la niña seguí jugando de la misma forma.
Días después la niña desapareció de repente. Se transportó a otra casa que había debajo de la suya y a la que se accedía mediante una trampilla bien disimulada en la habitación oscura. Allí era donde reposaban los niños que habían sido asesinados.
Los padres lo descubrieron todo y bajaron a por su hija, a la cual vieron con los ojos completamente en blanco. Al acercarse a la pequeña, todos los niños fallecidos aparecieron, y alguno de ellos la había poseído.
Los progenitores regresaron a las dos horas con la policía, la cual halló las extremidades de la niña por la habitación.
Los niños espíritus cobraban forma humana y se habían abalanzado sobre la niña.
Tiempo después, el matrimonio decidió suicidarse de pena por todo lo ocurrido.
Investigando por la casa de abajo, la policía oía ruidos y voces, pero no veían a nadie. Uno de los policías se adentró en el lugar, y así fue como descubrió a Edgar y a su hermanita, en compañía de los padres. Todos con los ojos en blanco. Se abalanzaron sobre él y lo mataron y descuartizaron.
Al parecer, todos los que morían en aquella casa permanecían allí para siempre, esperando a que llegara el siguiente.
FRANCISCO JOSÉ VERDÚ GARCÍA
1º BACH-C
No hay comentarios:
Publicar un comentario