Entonces su padre acudió a un curandero, y desde aquel día todo cambió: el niño tenía imaginaciones, y llegó hasta a decirle a su padre:
-Papá, que vienen a por nosotros.
-Anda, vete a dormir y mañana hablamos.
El niño se fue y a la mañana siguiente apareció muerto.
El padre acudió de nuevo al curandero al cabo de los días y le contó lo ocurrido. La respuesta que le dio él fue que en su familia había una maldición.
El curandero logró romperla y todo volvió a la normalidad.
SANDRA MOHEDANO RICO
2º ESO-C
2º ESO-C
No hay comentarios:
Publicar un comentario