viernes, 19 de febrero de 2010

NO OS ABURRIRÉIS EN VUESTRA LUNA DE MIEL

Un matrimonio se fue de luna de miel al lado del bosque. No se dieron cuenta, pero todas las personas estaban como controladas por un bicho feo y escurridizo. Cuando tuvieran a ese bicho controlando su cuerpo, tendrían una mancha negra alrededor de la oreja.
Pues bien, esta pareja estaba disfrutando del calorcito de la chimenea de la cabaña del bosque. Hacía mucho frío porque había nevado. De pronto, alguien tocó con los nudillos a la puerta, y el esposo se acercó a ver quién era.
Se trataba del guarda forestal, con una mancha negra alrededor de la oreja, y pedía por favor utilizar su cuarto de baño porque se encontraba mal. El esposo respondió positivamente y el pobre guarda pasó corriendo.
El matrimonio volvió junto al fuego, pero después de media hora empezaron a sospechar sobre el intruso encerrado en su baño. Así que se dispusieron a acercarse y llamar, mas no obtuvieron respuesta.
El marido asestó una patada a la puerta y allí apareció el guarda. Se hallaba muerto en el suelo, con los pantalones bajados. Había un gran charco de sangre a su alrededor. La esposa se asomó al inodoro y visualizó un bicho raro casi muerto, así que rápidamente bajó la tapadera y ambos salieron.
El marido se fue al cuartito de las herramientas, de donde volvió al baño con un soplete, y le gritó a la mujer que a la de tres levantara la tapa para quemarlo. Al pronunciar el tres, ella le obedeció y el bicho saltó y cayó al suelo, y rápidamente huyó arrastrándose.
Era imposible encender el soplete porque la punta estaba congelada, pero después de muchos esfuerzos lo logró y quemó al animal.
Sin dudar, los recién casados echaron a correr hacia fuera de la casa. En el garaje no había ningún vehículo para huir en él, salvo una moto de nieve que no arrancaba por falta de combustible. La esposa vio una lata de gasolina y rápidamente repuso.
Huyeron de allí a toda velocidad, pero cuando se habían alejado el hombre miró por el retrovisor y comprobó que gran multitud de gente con la mancha negra les perseguían.
El esposo aceleró más y empezaron a perder de vista a los bichos. Tuvieron que frenar bruscamente porque el único puente que había estaba destruido. A la mujer se le ocurrió la idea de seguir unos cables que vio por el suelo a ver si les conducían a algún sitio, con tal mala fortuna que se encontraron con un bicho cría al que arrollaron con la moto.
Más adelante llegaron hasta una torre de comunicación y se adentraron el la casa vecina, tapiando puertas y ventanas. Registraron todo el inmueble hasta hallar una radio en una de las habitaciones del piso de arriba. Ambos intentaron ponerla en marcha para ver si alguien les contestaba.
Un general de las fuerzas aéreas les oyó y les contestó. Les creyó y les envió a personas en su ayuda para rescatarles.
Al llegar las fuerzas aéreas, acabaron con la vida de todas las personas que habían sido atacadas por el bicho. Tras ello, un helicóptero evacuó al joven matrimonio, y cuando ya habían ascendido lanzaron una bomba nuclear, pensando que habrían muchos bichos más. Se acabó con todos ellos y finalmente los recién casados regresaron a su ciudad.


Rodrigo Correa (2º ESO-D)

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